SESIÓN 3: EL DISCURSO

Hay ocasiones en las que te piden que hables en una reunión pública o un evento social, y estar preparado te requerirá planear y preparar el texto para hacerlo. Aquí hay algunos pasos y consejos para ayudarte a planear y escribir un gran discurso.

Elige tu tema. Un buen discurso es sobre una cosa. Debe haber un mensaje que tenga que ver con la ocasión del discurso. Debe reflejar los intereses de tu audiencia, las sensación de la ocasión y, aún mejor, tener algo que decir que sea relevante.

  • Si el discurso es para la escuela y es completamente abierto, escoge un tema del cual te apasiones fácilmente. Los mejores discursos tienen poco que ver con el argumento y más con la entrega y el corazón puesto en él por parte del orador. Si puedes adentrarte en él, las posibilidades son de que tu audiencia también lo haga.
Encuentra tu propósito o tesis. ¿Por qué vas a dar un discurso sobre este tema?("Mi profesor me lo pidió" o "tengo que hacerlo" no es una razón).
  • La "tesis" es el punto principal a enfatizar. Si estás escribiendo un discurso sobre un evento en tu vida, aún necesitas un mensaje. Tu tema puede ser la experiencia cercana a la muerte, casi fatal, que tuviste el año pasado. Pero tu tesis o propósito debe ser promover el uso de cinturones de seguridad. Cuando necesites respaldar eso, "me salvó la vida" es muy difícil de rebatir.
    • Un discurso debe hacerse por una buena razón. Para inspirar, para instruir, para conseguir apoyo o para llevar a una acción son propósitos nobles. Pero no para simplemente quejarse, para alimentar el ego del orador, para alabar, para intimidar o para avergonzar.
Organízate. Recuerda que todos los grandes discursos (e incluso aquellos no tan grandiosos) requieren "forma": introducción, los rellenos (el cuerpo) y la conclusión. Un discurso no es una mancha amorfa o cadenas de espaguetis enredados. No son retazos y pedazos puestos juntos.
  • Para el cuerpo, toma al menos tres puntos para respaldar tu argumento. Si se entrelazan uno con el otro, aún mejor. Al principio, haz una lista. Puedes elegir los puntos más fuertes después.
Prepárate para ser persuasivo. Tendrás que hacer esto de cualquier manera que puedas. Si tus puntos no son fuertes en lógica, tendrás que rellenarlos con otras razones. Si no estás persuadiéndolos a estar de acuerdo contigo con un tema, al menos tendrás que aferrarlos a cada palabra.
  • Las referencias de Platón sobre ethos, pathos y logos serán útiles aquí. Lleva a la audiencia a un acuerdo por medio de tu credibilidad (ethos) o utilizando la de otros (cuando piensas en Hanes, ¿piensas es ropa interior de calidad o piensas en Michael Jordan? Correcto.), manipulando sus emociones (pathos) o al simplamente usando la lógica (logos). Ninguna es necesariamente más fuerte o más efectiva que las otras. Todo depende del punto que quieres demostrar.
Elige tus palabras con inteligencia. Si vas a dar un discurso a un grupo de niños de 8vo. grado, es importante no ponerse demasiado esotérico. En otras palabras, utilizar palabras que ellos entenderán y apreciarán. Adapta tu discurso a tu audiencia. ¿Qué quieren escuchar?
  • Dicho esto, ¿qué es lo que realmente quieren escuchar ahora? No quieres desperdiciar tiempo explicando conceptos con los que ya están familiarizados. O peor, asumir que saben las cosas básicos y confundirlos horriblemente. Ponte en sus zapatos mientras escribes. ¿Qué conocimiento general necesitas antes de pasar a la carne de tu argumento?

Captura su atención. "Estrecha tus manos" con ellos, figurativamente por supuesto. Haz tu escritura humana y personalizada, enganchando a los miembros de tu audiencia. Construye un acuerdo con tu tema y el sentido de relación contigo.
  • El ex Embajador Robert Strauss acostumbraba comenzar su participación así: "Antes de empezar este discurso, tengo algo que decir". ¿Cuál es tu gancho?
  • Usa tu sonrisa sincera, incluso en tu escritura. Las audiencias podrán notarlo. Querrás iniciar con una interesante anécdota corta que pueda conectarse con la situación.
  • Conforme escribas, piensa en lo que le dirías a un amigo. Entre más cómodo y abierto estés, tu audiencia se sentirá más atraída por ti. Elige cómo te expresas como si estuvieras teniendo una conversación con alguien que te sienta a gusto y cómodo para mostrar tus emociones. Un discurso con el "corazón" es el más emotivo.

Enfócate en tu mensaje. Para algunos, es fácil desviarse de la senda principal o tratar de atacar demasiadas cosas a la vez. Tu discurso tiene un mensaje y es la única cosa que debe ser tratada completamente. No te enfoques en los detalles o, lo que es peor, en algo completamente sin relación. tu audiencia quedará pensando qué es lo que está sucediendo.
  • Enmarañar las cosas hará perder su atención. Cuando tienes un punto expuesto y tratado, no temas seguir adelante. Tienes más puntos que merecen el foco de atención. Otórgales a cada uno una extensión pareja.
Ilustra el discurso. Haz gráfica tu escritura. Tu meta es hacer que los puntos principales de tu escritura del discurso se queden en la mente de tu audiencia. Si alguien pregunta o elogia tu discurso después, probablemente sonará como "Yo disfruté la historia que Tom contó sobre su hermana" o "el gráfico circular de las ganancias de este año fue muy útil". Probablemente no digan "el segundo punto en el cuerpo de tu discurso fue bien pensado y lógico". Así que piensa visualmente.
  • Esto puede tomarse de diferentes maneras. Si vas a hablar a tu equipo de negocios sobre los pobres números de este año, poner una fotografía de sus familias hambrientas para hacer que trabajen más duro no es una buena idea. Las imágenes deben ser utilizadas adecuadamente. Si estás hablando de números, utiliza gráficos. Si estás hablando de emociones, usa una foto. Conoce el contexto.
  • Piensa en las pausas. Los mejores actores son igualmente efectivos (si no es que más) entre sus líneas. Escribe pausas o tiempos cuando quieras que un punto se profundice. Las personas lo notarán automáticamente, mirando, enderezándose, inclinando su cabeza hacia un lado y realmente escuchando el silencio. Eso es tomar el mando de una habitación.
    • Los discursos deben ser naturales. No leas del papel. Y cuando hablas, tienes pausas. Esto no es ponerte lento o mostrar debilidad, es mostrar que dominas esto tan bien que estás hablando como un profesional experto.







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